Los caminos de la vida
Esta semana conecté con una historia muy linda y de inspiración. Me gustó porque no es una historia trágica con final feliz. Es, mejor dicho, una historia más real y humana que sigue siendo inspiradora.
Se trata de una entrevista que le hicieron a Iliana
Rodríguez, directora corporativa de Sostenibilidad de Grupo Xcaret.
Lo lindo aquí no es el título que ostenta, el dinero que
gane o el lugar donde trabaja si no la manera en que habla sobre su camino de
vida y de cómo conocer a una persona puede cambiarte la vida.
Ella inició repartiendo folletos en la zona hotelera de
Cancún, puesto que consiguió después de abordar a un ejecutivo del entonces pequeño
parque, diciéndole que le interesaba trabajar ahí, haciendo énfasis en que el «título»
del puesto o el «salario» no importaban.
Luego de un año, su jefe le ofreció la «dirección de relaciones públicas», un área totalmente nueva en la empresa. Ella inmediatamente expuso su desconocimiento y falta experiencia en el tema, a lo que su jefe respondió «pero tienes potencial».
«Si estás dispuesto a pagar la curva de aprendizaje, porque voy a meter la pata muchas veces, yo estoy dispuesta a dar el 110% para que esto funcione» fue la expresión, casi advertencia que Iliana hizo y al mismo tiempo, la manera en que descubrió en las relaciones públicas, lo que ella describe como, una de sus grandes pasiones y grandes amores. Sentimientos que crecieron de la mano con la formación, la capacitación y el acompañamiento de gente experimentada.
Lo que quiero comunicar con esta pequeña historia es algo
parecido a la esperanza. Muchas veces creemos que lo que hacemos carece de
importancia, juzgamos nuestros resultados con ojo demasiado crítico, nos desesperamos
por no llegar rápido al lugar que queremos.
Otras veces, rechazamos ciertas experiencias, posiciones
o trabajos porque «eso no es lo que estudiamos», sin saber si detrás de esas
oportunidades se encuentra algo que despertará esa gran pasión y ese gran amor.
Para empezar, deberíamos ser abiertos de mente, porque
esto no solo funciona para aceptar y entender las ideas de otros, considero que
es mucho más importante cuando se trata de entendernos y aceptarnos a nosotros
mismos.
Tener la mente y el corazón abiertos nos permite probar
cosas distintas a las que hacemos regularmente o implementar aquello que parece
innovador y disruptivo en espacios o tareas que suelen ser demasiado clásicas. Esto
nos enseña que estudiar «algo» no nos convierte en ese algo o mejor aún, saber
que no es tarde o que no somos demasiado viejos para estudiar, trabajar, crear,
emprender y tomar decisiones.
Mucho se habla de la pasión, el propósito, el motivo… el
conflicto que yo tengo con eso, es que siempre se habla en singular. Al
contrario, deberíamos multiplicar y saber que podemos encontrar las pasiones,
los propósitos y los motivos. Si, muchos y variados.
Lo mejor de todo, es que existen infinitos caminos para
llegar a ellos. Y esos, los caminos, suelen tener más impacto en nuestra vida.
Si deseas escuchar la entrevista que le hicieron a Iliana Rodríguez de Xcaret, te comparto el enlace del podcast: https://tinyurl.com/yxnvxbt6
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