La que no es puta no disfruta
De unos años para acá me he vuelto un poco más observador, no para todo, solo ciertas cosas. Y hay un tema que me parece muy peculiar. He escuchado en más de una ocasión a hombres y mujeres dar su opinión sobre el comportamiento de otras personas, en especial sobre el comportamiento de las mujeres.
Ellas y ellos las llaman “putas” y emiten opiniones como “cambia de viejo como cambia de calzones” o “es una aprovechada, anda con dos al mismo tiempo”. Comentarios que son dichos, casi siempre sin el más mínimo conocimiento de la vida de esas personas a las que critican.
La realidad es que, en el fondo, se critica la libertad de decisión que estas mujeres han alcanzado en una época donde por más abiertos de mente que digamos que somos, no lo somos en realidad.
Por eso me encanta la frase que le da título a este Taco de Palabras, aunque yo siempre la digo a tono de broma, creo que no existe nada más gracioso que una verdad bien dicha y con todas sus letras. O como dicen por ahí: es gracioso porque es verdad.
Juzgamos a aquel que hace lo que nosotros no nos atrevemos. Que chingón debe ser tener la libertad para elegir a quien besar y en qué momento, si es en el día o en la noche, la libertad de decirle a alguien que no o a otros tres que si, de ser responsable y dueño de tu cuerpo, de probar y conocer para que no te digan y no te cuenten. Hacer lo que muchos otros no hacen por miedo al qué dirán o por lo que alguien podría pensar de nosotros.
Claramente toda libertad implica responsabilidad pero ese no es el tema aquí. La realidad es que mientras mejor sepamos quienes somos, a dónde queremos llegar o lo que queremos lograr, lo que sucede afuera nos afecta poco.
Por eso, me encanta conocer mujeres firmes y decididas que pocas veces encajan en los estándares que ha dictado la sociedad, que tienen en sus manos la libertad de elegir lo que más les conviene y, por supuesto, lo que más disfrutan. Y me entristece que sigamos existiendo personas que creemos tener la verdad absoluta en las manos, no porque crea que todos debamos pensar igual (eso si es de miedo) sino porque es muy poco el respeto que tenemos hacia las personas que se encuentran a nuestro lado.
Mi consejo para mí mismo el día de hoy es igual al título, porque solo conociendo, yendo de un lado a otro, probando cosas nuevas y diferentes estaremos en capacidad de ir formando un criterio propio.
Seamos “putas” para el amor, para el sexo, para la carrera que queremos estudiar, para el trabajo que queremos conseguir, para los temas de los que queremos escribir, para los viajes que queremos hacer, para el dinero que queremos ahorrar, para todo.
Como dice Gabriel García Márquez en su libro Relato de un Náufrago: “Si uno se acuesta en una plaza con la esperanza de capturar una gaviota, puede estarse allí toda la vida sin lograrlo”. Y lo que yo pienso es que si probamos distintas maneras y caminos, puede que nos llevemos a toda la bandada.
"Moralina", nos hace pensar que tenemos derecho sobre las decisiones y estados de otras personas. Resignificar las palabras generan un cambio de forma y la forma es fondo.
ResponderBorrarHay un artículo que el contenido central no tiene nada que ver, pero las páginas 175 y 176 dicen algo que a la fecha está vigente, aún cuando el texto es de 2014. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=35631103022
Felicidades por el blog. :)
Muchas, muchas gracias por leer y por compartir el artículo y sobre todo tu opinión.
BorrarCreo que si bien es bueno disfrutar en todos los sentidos, también todo en exceso es malo hay que sabe equilibrar las cosas
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