Algo anda mal en tus historias de amor


Te escribo hoy para decirte todo aquello que anhelo me digas tú a mi cuando llegue el momento y cuando lo creas necesario. Hoy te hablo con la verdad y de esta manera porque cuando uno quiere a alguien es muy complejo decir lo contrario a lo que nuestro ser querido quiere escuchar. 

¿Recuerdas aquellas veces en las que yo solo escuchaba y asentía con la cabeza? La ocasión en la que con ilusión me platicaste que te regaló flores después de la pelea o la noche en que te dejó en el bar porque sintió celos de tu propia familia. Ahondar en eso es irrelevante porque hoy quiero hablar sobre ti. 

El problema no son las personas fuera, el problema somos nosotros, el problema está dentro y no lo has podido ver. Algo anda mal en tus historias de amor. No importa su color de piel, no importa el largo del cabello, no importa su profesión ni el coche que maneja. ¿Te das cuenta de eso? 

La historia siempre empieza de la misma manera y han terminado de forma similar aunque creo que cada vez un poco peor y eso me pone mal. Me pone mal escuchar la misma historia tantas veces pero me entristece aún más ver en ti la desesperación, la duda, el dolor y la incertidumbre. 

Por una parte te entiendo, entiendo que te pierdas en su mirada, en sus palabras, en la forma en que te hace sentir que eres parte de su vida, sus besos en el cuello, sus manos que aprietan las tuyas pero lo que no entiendo es en quien te conviertes cuando aceptas todo eso, la fragilidad que se apodera de tu cuerpo, cuando te alejas de todo y de todos y yo te extraño y te extrañan los demás. 

Sé que lo que ahora te digo suena a celos, pero no. Lo he estudiado mucho, le he analizado y esto va más allá y lo sé porque tú me lo has confirmado. 

¿Recuerdas nuestras charlas? Hacer la lista de las cosas buenas y las cosas malas, si las cosas malas son cosas que no podemos aceptar le decimos adiós. Medir el porcentaje de tiempo, si más del cincuenta por ciento es pelea, dolor, sufrimiento, ahí no es. 

Pero luego de pasado un tiempo las cosas malas no te parecen tan malas y el tiempo ya no importa porque un momento de éxtasis borra los múltiples momentos de rabia, ira y explosividad que genera en ti y que tú me transmites a través de un mensaje y que suceden cada vez con mayor frecuencia. 

¿Acaso nunca te lo has preguntado? Yo sí ¿Cómo podemos repetir la misma historia? ¿Cómo es que puedo predecir el futuro? Porque el final del próximo año será justo como es este y como han sido los últimos: tú y yo, con botella de vino en mano y algunas latas de cerveza, platicando hasta el amanecer, sin lágrimas en los ojos pero si con un dejo de inconformidad porque sabíamos lo que sucedería, sabíamos como acabaría. 

Te repito, te escribo esto no como un reproche, no como un reclamo, sino como una petición, porque no me quiero encontrar en la misma situación, lo quiero evitar, no quiero dejar de ser yo por intentar querer a alguien más y quiero que me ayudes en eso. 

En cuanto veas que su mirada me ilusiona, que no puedo soltar sus manos, que falto a mi club de lectura de los domingos por estar a su lado, por favor despiértame y evitame todo este barullo. Y si en algún momento te das cuenta que no hay marcha atrás, por favor, solo no te vayas de mi lado.


Comentarios

Entradas populares