¿Segundas oportunidades?
Hay frases hechas que repetimos con frecuencia aunque en realidad no hayamos comprobado al cien por ciento la veracidad de su contenido. En este caso quiero hablar de aquellas ideas o creencias que en síntesis nos dicen: la vida no te presenta dos veces la misma oportunidad.
Hace un tiempo escuché una pregunta que me hizo mucho sentido. «¿Qué tanto estoy no permitiendo crear mi vida y mi realidad cada diez segundos pensando que cada paso es definitivo y sin vuelta atrás?».
Y es que es cierto. ¿Cuántas veces hemos dejado de creer que algo es posible solo porque «se nos pasó la oportunidad o el momento»? ¿quién lo dijo? ¿dónde está escrito?.
Es cierto que uno debe ser habilidoso e inteligente para tomar las oportunidades que se le presentan, sin embargo, que la vida nos agarre pendejeando de vez en cuando no quiere decir que tengamos que conformarnos por no haber sabido actuar hace algunos años, el mes pasado o ayer, o incluso hace media hora.
Si ponemos atención, las oportunidades se presentan más de una vez y no es acto de magia. Se trata solo de tener bien identificado aquello que creemos haber perdido y tenerlo en mente y así sin darnos cuenta, nuestra mente buscará encajar esa inquietud, esa duda, esa pregunta, ese pendiente en alguna situación similar a la que dejamos pasar.
Se nos presentará la oportunidad para pronunciar las palabras que no dijimos antes, para enviar los mensajes que nos dieron miedo, para tomar el avión que no pudimos pagar la vez pasada, mirar a los ojos a la persona de quien huimos, renunciar al trabajo que no nos gusta, volver a la escuela que abandonamos, tomar la mano que antes soltamos, decirle adiós a quien creímos estaría junto a nosotros siempre o serle sinceros a quien antes le mentimos.
Para mí tiene cierta lógica porque ¿es posible que en 75 años (promedio de vida en México) no se puedan repetir sucesos, situaciones o incluso personas? Si lo vemos desde un lado romántico, sentimental y sensible… probablemente no. Pero si cambiamos el enfoque un momento, lo más seguro es que nos demos cuenta de que la vida se compone por ciclos y que a la vuelta de la esquina un ciclo nuevo está por comenzar.
Y con esto termino, con una invitación a tener la mente abierta y cambiar el enfoque de las preguntas que nos hacemos. Y pasar del «¿porqué dejé pasar esto o aquello?» al «¿dónde está la siguiente oportunidad?».
Claro que al leerlo todo resulta mucho más fácil pero también es cierto que una vez que nos vemos con el agua hasta el cuello siempre encontramos la manera de salir adelante, aunque a veces parezca imposible, aunque eso a veces nos aleje de otros, aunque nos lleve a lugares desconocidos.
Al final, todo nos lleva al mismo lugar: quitarnos la duda sobre lo que hubiera sucedido al elegir hacer tal o cual cosa.
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