Informe Trimestral
De unos años para acá me he familiarizado con el término “informe trimestral”. Gracias a mis trabajos he aprendido que estos reportes nos funcionan para evaluar si nuestras acciones nos están llevando a cumplir con las metas que establecimos al iniciar el año.
En ocasiones, cuando la fecha de entrega se acerca y por las prisas, nos descubrimos llenando nuestros informes con palabras y números que poco tienen que ver con la realidad. Siendo realistas, solo estamos frente a un acto de autoengaño.
Cuando se trata de realizar uno de estos reportes hay que ser sinceros con los que recibirán esa información y, sobre todo, con nosotros mismos.
Justo la semana pasada terminó el primer trimestre de 2022 y se me ocurrió hacer un informe trimestral personal porque siento que estos tres meses han sucedido tantas cosas que directa o indirectamente abonan a las metas que me puse antes de finalizar el 2021.
Una de las cosas que más me ha gustado es que este año he leído mucho más. En tres meses llevo la mitad de libros que leí el año pasado. No quiero enfocarme en el número de libros sino en el tiempo que le quiero dedicar a esta actividad. Me preguntaba ¿cómo puede ser que le dedique tan poco tiempo a algo que me causa tanto placer y que me gusta tanto?
Otro tema importante para mí es el de la actividad física. El deporte nunca ha sido mi pasión, pero son muy consciente de los beneficios que trae a mi salud por lo que me propuse cambiar el enfoque y buscar una actividad que realmente pudiera disfrutar. Hoy por hoy, asisto a una clase que no me aburre, que disfruto mucho y que siempre me hace sentir como la persona más deportista del mundo.
La psicoterapia es algo que considero muy importante pues me ayuda a conocerme más, a cuestionar más y mantener una postura más sencilla frente a la vida. Regresar a ella desde la primera semana del año fue uno de mis propósitos y hasta hoy lo he cumplido. Las sesiones han sido tan variadas que me da gusto hacerlo de manera constante, sin importar si mi corazón se siente inmensamente triste o increíblemente feliz.
Hasta el momento he cumplido mi propósito de escribir cada quince días en mi blog. Aquí, al igual que con la lectura, no se trata de alcanzar un número sino de darle la importancia y el tiempo a una actividad que para mí es esencial: escribir, escribir, escribir.
Las relaciones sentimentales no han sido mi fuerte, pero a finales del 2021 escribí “estar abierto a las posibilidades que se me presenten”. Y la verdad es que la vida puso frente a mí cosas que jamás me hubiera imaginado, incluso una que otra situación que en años pasado declaré “nunca haré algo como eso”. Con esto, voy aprendiendo las infinitas posibilidades que existen y que lo socialmente aceptable no siempre es lo aceptable para mí y que, sin duda, las mejores aventuras y experiencias llegan cuando la mente, el corazón y el cuerpo se abren al mismo tiempo.
Para quienes me conocen, saben que mi vida profesional es muy importante para mí pues creo que el trabajo te da la oportunidad de hacer y lograr cosas que probablemente no sabes que eres capaz de hacer. Y justo en este trimestre se presentó una oportunidad única donde mi trabajo se cruza con temas que siempre me han interesado y que me gustan mucho, por esto me siento muy feliz, esperanzado y agradecido.
Todo hasta aquí suena muy bonito y de verdad lo ha sido, pero es solo una de las dos caras de la moneda. Todas estas cosas lindas y gratificantes van acompañadas por otras como el miedo, las dudas, los prejuicios, ideas preconcebidas, desconfianza, noches sin dormir, días de llanto, cansancio, preguntas sin respuesta, comparaciones, pronunciadas curvas de aprendizaje, inicio y fin de ciclos, despedidas, ganas de no hacerlo, ganas de dejarlo, seguido de un largo etcétera.
Aunque a veces me gustaría eliminar esas partes no tan agradables del proceso, estoy aprendiendo que son parte del crecimiento y la anti fragilidad que tengo que desarrollar en el camino. Y hablando de caminos, si en algún momento nos damos cuenta que el camino por el que vamos no es el indicado para nosotros, siempre existe la posibilidad de cambiar el rumbo.
Y bien, en los anexos a este informe trimestral se encuentran un sinfín de pendientes tan variados como las finanzas, el autoconocimiento, el placer, la libertad, la soledad, el soltar algunas cosas y cuidar más de otras que espero ir fortaleciendo en los meses que vienen.
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