La vida es buena. Parte 1.


Hace unas semanas una amiga y yo hicimos un reto de nueve días. El reto consistía en escuchar un audio por día para luego hacer ejercicios de reflexión relacionados a cada audio. 

El objetivo del reto era no tener juicios y simplemente ver la vida como es: buena. Y no se trata de ser positivos en exceso, más bien de desarrollar la capacidad para ver lo bueno en cada situación, sin importar lo cómoda o incómoda que pueda ser. Ver las cosas a nuestro favor y no en nuestra contra. 

Es súper bonito conocer nuevos conceptos, sin embargo, todos sabemos que la iluminación (ese momento en el que descubrimos algo) no es suficiente y necesitamos practicar. Practicar mucho cada cosa que queremos integrar a nuestra vida, por eso me pongo a escribir sobre el tema, para tratar de compartir e interiorizar aquello con lo que mi corazón conectó durante estos nueve días. 

1. Manifiesta tus sueños

Cuando hablan de manifestar solemos pensar en cosas esotéricas o relacionadas a la famosa ley de la atracción. Pero pocas veces relacionamos la palabra “manifestar” con el hecho de decir, de validar, de tomar en cuenta aquello que queremos ser, lo que queremos hacer o lo que queremos tener. Se nos olvida que venimos a gozar, a disfrutar, a vivir. Cambiar el enfoque es importante para disfrutar más y preguntarnos ¿qué quiero hacer? ¿qué se siente bien ahorita? Y sobre todo, manifestarlo a través de nuestras palabras, de nuestras acciones. Manifestar, para mí, se trata de tomarnos en serio nuestros deseos. 

2. El lado positivo del fracaso

Quiero hacer tal o cual cosa, pero ¿y si me va mal? ¿si me equivoco? ¿si no es lo correcto? Cada cosa que hacemos nos va a dar información sobre lo que nos gusta o no en la vida, nos va a dar un aprendizaje sobre aquello a lo que nos queremos acercar. Si es lo que te apetece, hazlo. Si fallas, aprenderás. Eso sí, hay que ser conscientes de que lo que hacemos es lo que nosotros queremos y lo que nos hace sentir bien. Intentarlo nos dará la información necesaria para seguir avanzando. 

3. Cómo dejar de posponer tus proyectos y tus sueños

Antes, yo decía que me gustaba escribir, pero no lo hacía tan seguido. En lugar de eso hacía cualquier otra cosa. Muchas veces pensamos una cosa, decimos otra y hacemos algo diferente. Es normal, a tod@s nos sucede. Pero si nos decidimos a hacer equipo con nosotros mismos, si me comprometo con el Iván (agrega aquí tu nombre) que veo en el espejo para animarme a intentar aquello que tengo en mi mente, a buscar el contenido que me nutre, frecuentar a las personas que me brindan alegría y energía, a realizar las actividades que me hacen sentir contento, es empezar a tener esa congruencia entre lo que pienso, siento, digo y hago, el proceso será mucho más lindo, placentero, productivo y disfrutable. 

4. El gran salto

Estamos en constante cambio y siempre estamos en búsqueda de cumplir esos deseos que mencioné en el punto uno, pero no siempre nos animamos. Cuando se habla de “el gran salto” se refieren a hacer aquello que nos llevará a cumplir aquellos objetivos que tenemos en mente. Lo bonito de ese salto de fe es que no es tan grande como parece. En realidad, son saltos pequeños pero decididos ¿por ejemplo? Decir no a alguna invitación, levantarme quince minutos antes, ahorrar un pequeño porcentaje cada semana… esos pequeñas acciones en conjunto se convertirán en el gran salto, para alejarnos de lo que no queremos, para tener una mejor salud, hacer aquel viaje o cualquier cosa que para ti sea importante.  

Pausa…

Creo que es demasiada información por hoy. Espero haber sido claro en la explicación de tantos conceptos tan positivos y optimistas. 

Me gustaría hacer énfasis en que los procesos de cada uno son muy diferentes. Que existen factores (suerte, bendiciones, relaciones, educación, etc) que nos impulsan o nos dan ventajas. 

Una persona no puede salir de la pobreza, no se puede tratar la depresión o superar un duelo solo echándole ganas y siendo positivos. Así que si estos conceptos te resuenan intenta ahondar en ellos, si no, deséchalos. 

En quince días más nos leemos para continuar hablando de este proceso tan bonito llamado vida. 



Comentarios

Entradas populares