¿Qué tanto merecemos?
Hace una semana publiqué en Instagram una imagen con la frase "No siempre conseguimos lo que queremos, pero tarde o temprano la vida nos concede aquello que merecemos”. Durante el día, muchas personas reaccionaron con diferentes emojis a dicha imagen, o más que a la imagen, a la frase que contenía.
Me llamó la atención que la frase moviera a más de una persona y me dio la impresión de que tenemos una sensación constante de que algo en nuestra vida tiene que o debe mejorar solo porque “nos lo merecemos”.
Esto me hizo recordar un video muy bonito que la Dra. Gisela Chávez publicó en sus redes sociales donde hace la pregunta “¿estás buscando pareja y no encuentras?”, a lo que ella responde: “Haz una lista de todo lo que buscas en esa persona y conviértete tú en eso. Sé la energía que quieres atraer. Y puedes empezar a preguntarte si en tu lista está qué tan alegre eres, empático, trabajadora, si para ti es importante que haga ejercicio, que tome terapia, que medite, qué tan saludables son sus finanzas… lo que hayas puesto en tu lista. Si haces eso, con el paso del tiempo, te sentirás tan content@, tan satisfech@ de ser quien eres que vas a dejar de buscar”.
Fue entonces que empecé a preguntarme “¿qué tanto merecemos?”. Y es que, el mensaje de la Dra. Gisela, puede aplicar en todos los ambientes en los que nos desenvolvemos y para todo en la vida, desde lo que parece más sencillo hasta aquello que puede ser complejo o complicado. A partir de aquí, solo surgieron preguntas en mi mente…
En el tráfico ¿soy tan respetuoso o amable como me gustaría que fueran los otros conductores? ¿sonrío y digo buenos días a las personas que se cruzan en mi camino? ¿tengo la capacidad interesarme por los demás preguntando cómo están o me acerco a ellos solo cuando necesito su ayuda?
Si quiero un mayor o mejor salario ¿estoy generando los resultados que se esperan de mí? ¿tengo la actitud correcta ante los retos que se me presentan? ¿genero los espacios para solucionar problemas? ¿Doy el apoyo suficiente a las personas a mi alrededor?
Si creo que merezco amor, paz, felicidad ¿por qué no empiezo buscando eso en mi interior? ¿o buscar la manera de yo ofrecer eso a los demás? O si lo que me interesa es tener conversaciones profundas y ser escuchado ¿porqué no empiezo yo abriendo mis oídos y mi mente? Es decir, ¿estoy siendo lo suficientemente interesante, saludable, amoroso, atento o lo que sea que creo que merezco?
Supongo que las respuestas correctas son las que cada quien se ofrece a uno mismo desde el espacio de sinceridad que nos ofrece una caminata por el parque en las primeras horas de la mañana, o mientras conducimos de regreso a casa después del trabajo o la soledad de nuestra recámara antes de dormir.
Y tratando de responder la pregunta que da título a este texto, de lo que si creo estar seguro es que todos nos merecemos todo y que somos nosotros mismos quienes tenemos la capacidad de dárnoslo justo en el momento en el que (esta es la parte un poquito complicada) decidamos hacerlo.
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